martes, 10 de octubre de 2017

Transformando emociones de la adversidad a la fortaleza.

El uso de metáforas en la Terapia Cognitivo Conductual, por Sarah Russek, psicóloga y terapeuta cognitivo conductual

Las emociones (y por consiguiente las conductas) son consecuencia directa de lo que la persona  piensa sobre su situación, es decir, están fabricadas por la forma en que interpreta el individuo las cosas que pasan.  La Terapia Cognitivo Conductual, subraya este hecho y asegura que no es la situación del individuo lo que provoca su malestar emocional.

La TCC retoma así,  a los sabios de antaño, entre ellos a Epícteto,  quien enseñó que “no son las cosas que pasan las que nos hacen sufrir sino lo que nos decimos de ellas” (1). Esta afirmación, más que una aproximación, es un  marco para la solución de los malestares emocionales (y trastornos del estado de ánimo así como de la conducta); marco que hoy en día está confirmado como acertado por múltiples estudios científicos que respaldan la Terapia Cognitivo Conductual, estudios que han demostrado empíricamente  que la TCC es un terapia altamente efectiva.

Dada esa premisa dentro de la corriente Cognitivo-Conductual, las terapias como por ejemplo,  la Terapia Racional Emotiva de Albert Ellis(2), y la Terapia Cognitiva de Aaron T. Beck(3), se centran en la Reestructuración del Pensamiento para lograr que el individuo tenga una visión más clara de sus propios procesos cognitivos y por lo tanto del mundo que le rodea.

Así, dentro de lo que son las técnicas cognitivas de la Terapia Cognitivo Conductual, se encuentran las técnicas enfocadas al proceso de la reestructuración cognitiva. Estas técnicas pretenden ayudar a los pacientes a modificar el pensamiento y las interpretaciones que  realizan de los sucesos, que pudieran estar provocando malestar emocional y/o conductas o hábitos inapropiados, con consecuencias desagradables o poco saludables.

He encontrado como terapeuta cognitivo conductual,  que al crear y usar metáforas  junto con el paciente durante la reestructuración cognitiva, se permite por así decir, separar a la persona  de “su problema”, lo que le permite hacer un trabajo metacognitivo (4) en el que el paciente explora junto con el terapeuta lo que parece “su problema” o “motivo de consulta”,  para poder identificar en el proceso, la influencia y el impacto de sus propios procesos de pensamiento (por ejemplo,  creencias irracionales, esquemas  disfuncionales, distorsiones cognitivas, pensamientos automáticos, etc.)  y lograr concientizar la influencia de estos procesos sobre sus percepciones e interpretaciones de la realidad, así como sobre sus estado emocionales y/o fisiológicos.

Al intercalar el uso de las metáforas con otras técnicas cognitivo conductuales, se van conectando nuevos significados posibles, permitiendo la exploración de múltiples recursos internos alternos, ahora al alcance del paciente, que le permitan hacer los cambios pertinentes a consciencia y experimentar gradualmente una mayor salud y bienestar.

El uso de metáforas es una técnica sumamente enriquecedora durante el proceso de la reestructuración cognitiva. No sólo es un una técnica que puede ser usada en la Terapia Cognitivo Conductual, sino que también es usada en otras terapias,  por ejemplo es de amplio uso en las terapias constructivistas, entre ellas la Terapia Narrativa (5). 

He encontrado que el uso de metáforas, entre otras múltiples técnicas de TCC, es sumamente certero durante el proceso terapéutico cuando se busca ayudar a la persona o paciente a que flexibilice la adscripción de significados y encuentre él o ella misma interpretaciones más funcionales y adaptativas a su medio ambiente tanto interno como externo.

Además, el uso de metáforas en el proceso terapéutico permite que la persona se vea a sí misma como un ser separado de “su problema” y no como “el problema en sí mismo”. Lo que le permite y facilita al paciente tener acceso a  sus muchas habilidades, competencias, convicciones, valores, compromisos y capacidades; las cuales desde luego le asistirán en eliminar o en reducir la influencia del “problema” y solucionar el  “motivo de consulta” en sus vidas.

El uso de metáforas  en la terapia, logra un acercamiento respetuoso, no culposo, que favorece un proceso metacognitivo y psicoeducativo, en el que el paciente es parte activa de la generación de conocimientos  alternativos; ya que está “separado” gracias al uso de las metáforas del “peso del problema” por lo que puede mirar y aprender sobre sus propios procesos cognitivos con mayor facilidad y desapego; lo que le lleva a ver enriquecida  su experiencia interna, su forma de interpretar y vivir en el mundo, así como su persona en general.
¿Un ejemplo?
Como especialista en el tratamiento de los Trastornos por Ansiedad, con frecuencia les digo a mis pacientes, una vez que llega el momento de hacerlo consciente, que ese Monstruo de la Ansiedad que les acosa, en realidad es un poderoso tutor. Que detrás de esa emoción tan desagradable, en realidad se ocultó todo este tiempo hasta ahora, un amoroso, aunque disciplinado: sabio Maestro Interior.



(1)    Epicteto (en griego: Επίκτητος [Epíktētos]; Hierápolis, 1​ 55 – Nicópolis, 135) fue un filósofo griego, de la escuela estoica. / Epicteto (1993). Disertaciones por Arriano. Editorial Gredos. Madrid.
(2)    Terapia Racional Emotiva , 2006 /Editorial Pax México, por Albert Ellis
(3)    Cognitive Behavior Therapy, Second Edition: Basics and Beyond,  2011 /The Guilford Press, by Judith S. Beck and Aaron T. Beck
(4)    Ensenar A Aprender: Introducción a la Metacognición 2012 / Editorial Mensajero, por JAVIER BURON

(5)    Terapia Narrativa: Una Introducción para Profesionales, 2002 / Paidós, por Martin Payne